NOTICIAS DE LA
IGLESIA
Y
ERMITAS
Según
escritos que se hallan en el Archivo parroquial y en la Historia de la
Virgen de D. Ramiro de
Minaganante, el Rey D. Jaime, después de conquistar Alpuente y en el año
1236, purificó una mezquita y la consagró iglesia dedicada a Nuestra
Señora bajo la advocación de la Piedad, puso sacramentos en esta Villa
siendo Obispo de Segorbe Don Guillem Ximénez y primer Rector Mosén
Martín de Areguisti, vizcaíno, capellán de dicho Rey. Esta primitiva
iglesia, antes mezquita, estaba situada en al calle de Santa Águeda y
al construirse el nuevo templo, quedó como ermita de Santa Áqueda la
cual se demolió pasados algunos años, estableciéndose su sitio para
casas y por lo mismo se nombra la calle de Santa Águeda.
Siguiendo la
Historia de Nuestra Señora de Consolación y otros apuntes de D.
Nicomedes Cortés consultados, podemos dar unas breves notas sobre la
iglesia actual. Es un edificio de una sola nave, toda de sillares,
construida en sus orígenes hacia el año 1376. Antes de su construcción
en este solar había una ermita dedicada a San Blas. Posteriormente,
unos cien años más tarde, justo en el año 1499, se le añadió el
coro adosado a la parte posterior del edificio. En el libro racional de
entrada y salida de Pascual Martínez, Jurado, está el gasto de la obra
y cómo se concertó por 3300 Libras. Se acabó el 22 de mayo de 1499,
completándose con una hermosa sillería de fresno.
El Altar Mayor,
en aquella época, constaba de una sola tabla lisa con pinturas de mérito,
y el Sagrario, sito en el mismo altar, es obra de 1622.
La Capilla de la Comunión se construyó entre los años 1675 y 1680 y
su retablo (destruido en 1936) se hizo en Liria en el año 1700, siendo
su coste 260 pesos. Su torre octogonal está toda ella construida de sólidos
sillares, siendo su perímetro igual a su altura. Sufrió las
consecuencias de la Guerra Carlista, ya que en el 28 de abril de 1840
-según consta en la Historia de Nuestra Señora de Consolación- fue
incendiada (...la iglesia parroquial... con diez retablos de altares, órgano,
el sillón del coro y muchos enseres fueron incendiados por la guarnición
facciosa de este Castillo al mando de su titulado gobernador Tomás
Sanaran) valorándose lo destruido en 689.000 reales.
Según nos ha transmitido D. Lázaro Ramiro de Minaganante eran
preciosos y abundantes los ornamentos en aquellas épocas pasadas, ya
que gozaba de la tercera parte de los diezmos del Cabildo para el
mantenimiento de su obra, además de otros censos, derechos de
sepultura, etc., etc. El mismo autor nos ha dejado una relación del
surtimiento de objetos de plata que en época de esplendor tenía este
templo, como se indica a continuación.
Un viril de plata sobredorada con varias piedras, de tres palmos de
altura de 28 libras y 8 onzas de peso.
Dos globos de plata sobredorada con un peso total de poco más de una
libra.
Un Lignum-Crucis puesto en una Custodia, de palmo y medio de altura, de
plata sobredorada con peso de 2 libras y 4 onzas.
Dos cetros de plata.
Deis lámparas crecidas de plata en las capillas.
Dos ciriales.
Una Cruz procesional grande con
las efigies de Sto. Cristo, Ntra Señora de la Piedad y San Blas. Se
hizo en Valencia en el año 1700 por 1300 pesos por hacerlo y su plata
pesaba 345 onzas y un cuarto. Esta valiosa cruz procesional fue puesta a
salvo del saqueo y destrucción en la guerra de 1936, junto a otras
valiosas obras, llevándose a Valencia por orden superior de gobernantes
de aquella época. Después de muchos años sin saber su paradero , el
sacerdote D. Carlos Pons que tanto interés puso en el ejercicio de su
ministerio así como en la conservación del patrimonio de la iglesia de
Alpuente, averiguó y probó documentalmente su paradero, sin que hasta
la fecha haya surgido efecto los intentos de recuperación llevados a
cabo por este gran sacerdote. En la actualidad los documentos se hallan
durmiendo seguramente en manos de personas poco capacitadas o incapaces
de saber defender intereses alpontinos.
Cálices, vinajeras, portavoz,
crismeras, incensario, aspersorio, bujías, fuentes, pesando todo ello
con lo anterior, 181 libras y una onza.
Había en esta iglesia un Rector, dos Racioneros y 10 Beneficiados.
Como
hemos visto a lo largo de su existencia esta iglesia, a la vez que iba
mejorando y aumentando su estructura, iba aumentando su riqueza, hasta
que en 1936 con motivo de la guerra, de nuevo es saqueada y expuesta a
la barbarie de personas poco responsables e incultas. Se destruyó el
interior de la Capilla de la Comunión, del coro también fue destruida
su sillería y facistol a cuatro caras en el que se situaban los enormes
libros corales en la celebración de las misas solemnes, su hermoso órgano,
las cuatro campanas, imágenes, bancos, ornamentos,...
De lo que pudo salvarse
por la intervención de las autoridades, poco por no decir muy poco ha
retornado. Terminada la contienda, en 1939, sólo una de las cuatro
campanas se ha podido recuperar, la llamada de la Piedad o campana
"gorda", de 680 kg, por la inscripción grabada que indicaba
su procedencia. Después, D. Carlos Pons, durante su ministerio en esta
Villa, ha tratado de mejorar esta iglesia, restaurando en lo posible la
Capilla de la Comunión, pintando y decorando la nave interior de la
iglesia, electrificando las campanas, y en 1993, el
Gremio de Campaneros
de Valencia colocó una segunda campana de 101 kg, llamada San Blas.
ERMITAS DE ALPUENTE
Tenía
tres ermitas anexas a la Villa: la de SANTA BÁRBARA -cuyo edificio de
propiedad particular, todavía existe alineado con las casas- a la
salida del pueblo hacia La Yesa; la de SAN CRISTÓBAL, en lo alto de la
Loma, fue destruida en su totalidad por la guarnición carlista, el
mismo día que la de San Antonio, valorándose las pérdidas en 4.500
reales. (En este lugar, siendo alcalde de la villa D. José Villar, se
ha construido una pequeña capilla-refugio con memorativa); y la de SAN
ANTONIO DE PADUA que debió estar situada inmediatamente a continuación
de lo que ha sido hasta poco el edificio-cuartel de la Guardia Civil (al
lado y a continuación se vislumbra restos de un muro),mandada derribar
hasta sus cimientos por la guarnición carlista, lo mismo que la casa
contigua, el 21 de enero de 1840, valorándose las pérdidas en 20.260
reales.
Cita también
D. Lázaro Ramiro que, la Cruz Blanca, situada al lado de la Cooperativa
fue puesta en agosto de 1672.
En épocas
no muy lejanas, en el último tercio del siglo pasado, junto a la ermita
de la Purísima y frente a las fuentes que hay en la pared de la
piscina, para el ensanche de la carretera se derribó la ermita del
CALVARIO, de un solo cuerpo y abandonada durante muchos años.
Tal vez la primitiva ermita no fuese ésa y estuviese ubicada en el
solar del cementerio y antes de la construcción del mismo, frente a la
cooperativa, hoy parque infantil. Según documento del Archivo
Parroquial y en la relación de pérdidas sufridas durante la Guerra
Carlista, expone que la ermita llamada del Calvario fue mandada derribar
hasta sus cimientos el día 20 de enero de 1840, valorándose la pérdida
en 1200 reales. Esto prueba que la derribada para el ensanche de la
carretera no es la primitiva.
A poca
distancia se halla la de la PURÍSIMA CONCEPCIÓN, modernizada y
espaciosa en sus tiempos de culto, hoy conserva el edificio gracias al
trabajo y
aportaciones de algunos vecinos, pero no abierta al culto pues su
interior se
halla muy deteriorado debido a los acontecimientos de la
guerra civil de 1936.Según consta en deliberaciones de 1683, antigüamente
en su caserío hubo hospital. En
estas deliberaciones se hace constar...
"que se quitasen los sirvientes que había en el hospital de la Purísima
y se pongan otras personas que sirvan bien y con caridad" También
se puede probar bien que durante la guerra carlista, la ermita de la Purísima
Concepción con sus cinco altares y un órgano más una casa contigua
para vivir el ermitaño, fue incendiada por la guarnición el 25 de
abril de 1840, valorándose los daños en 689.000 reales.
Además de las citadas, están...
la ermita de Santa Bárbara en el Campo de Arriba,
la de San Roque en Baldovar,
la de San José en la Cuevarruz,
la de San Miguel Arcángel en El Collado -con pila bautismal- y en la
que había un Regente de Cura,
la de la Concepción -ya desaparecida- en la masía de Benacatázara,
que tenía su reja de tribuna al cuarto principal de la casa,
la de Cañada Pastores -ya desaparecida- estaba dedicada a la Purísima
Concepción.
Mención especial merece la de San Bernabé, primero ermita y
posteriormente Rectoría, de la masía de Corcolilla.
Corcolilla fue un
heredamiento entregado por su propietario a ciertos vasallos del Rey de
Castilla y que recobraron los Jurados de la Villa de Alpuente, comprándola
y pagando su valor de los bienes que tenían de ciertas gentes que habían
sido rebeldes a D.Pedro, Rey de Aragón, allá por el año
1370.
En
1374
ya
existía entonces una ermita dedicada a San Bernabé y los Santos Mártires
Abdón y Senén, muy celebrados por los vecinos de la Villa que los habían
elegido abogados contra los bochornos, sequías, piedra, etc. En
1431,
al relajarse la devoción a estos Santos, se ordenó celebrar
solemnemente sus fiestas y pintaron y pusieron imágenes en la ermita.
En 1503,
por haberse relajado esta devoción, fue de nuevo ordenado
se guardasen las fiestas de estos Santos, con penas de 5 sueldos al que
trabajase y quemar las albardas que se ponían sobre las
cabalgaduras.
En el
año 1555
se
hicieron los retablos de San Bernabé y Senén.
En
1600
se renovó la pintura del retablo de San Bernabé por Fray Vicente
Aguirri. Costó 200 reales.
En
1 616
la imagen de Nuestra Señora de Consolación fue llevada privadamente a
la ermita de Corcolilla. Según consta en escritos antiguos, "el día
11 del mes de junio del año 1616, día del Señor San Bernabé, se llevó
y puso en la ermita de dicho Santo en Corcolilla la imagen de Nuestra Señora
de Consolación, la cual se dedicó y libró por Andrés Rubio,
notario". Tres años después, el 14 de julio de 1619, dicha imagen
se mudó del altar de San Bernabé en donde estaba, a su altar retablo
que en dicho año se hizo. Hubo en esta traslación fiesta y procesión.
Las ermitas más
recientes son la de la Madre Sacramento en La Carrasca, imagen muy
venerada y ermita muy cuidada por el "tío José" cuando vivía,
que dedicó una gran devoción y dedicación a su mantenimiento. La de
San Isidro en el Campo de Abajo es la más reciente.
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